El arte plástico para aprender en el aula

El arte crea, transforma y construye

Como sabemos, el arte es una parte universal del conocimiento. En él existen historias, técnicas, estilos, gustos y expresiones. El arte en la educación ha sido aplicado más de una forma práctica que reflexiva; la mayoría de las y los docentes desconocen las ventajas que pueden obtener sus estudiantes al momento de practicarlo porque son muy escasas las capacitaciones que se dan en relación con el tema.

Cuando el arte plástico es aplicado en el aula, ayuda a favorecer la comprensión que las y los estudiantes tienen de sí mismos, ya que inician narrando una historia pictórica real sobre su vida y su existencia. Entran en un diálogo interno que favorece el auto descubrimiento por medio de la imagen, y gradualmente, identifican y reflexionan acerca de logros cotidianos, académicos y emocionales, así como los aspectos que inciden en estos y los retos que tienen para valorar su nivel de independencia y replantear sus metas.

Al momento en que las niñas y los niños dibujan y pintan, estimulan el desarrollo del pensamiento y su relación con la realidad, lo cual origina una conexión con sus vidas. El recrear situaciones a partir de la imaginación y la sensibilidad da paso a la actividad creativa, la crítica constructiva y la empatía. Esto propicia un ambiente donde se plantean preguntas y se aplican procedimientos propios que ayudan a comunicar ideas que se analizan e interpretan de forma individual y en conjunto. 

El arte plástico es una herramienta visual que las y los estudiantes necesitan, y que a la vez disfrutan, porque se expresan de manera pictórica, escrita, verbal y matemática.

El autor Howard Gardner menciona:

"Los niños están muy cerca de las fuentes de la creatividad, y tienen ciertas similitudes con los adultos artísticamente dotados, tanto en lo que respecta a los procesos como a los productos de su actividad artística. Los niños pequeños y las artes parecen estar en mutua armonía" (1997, p.115).

Por ende, para impulsar las habilidades que adquieren al ponerla en práctica, es necesario dar a conocer el trabajo y la parte creativa de las niñas y los niños.

La familia es un pilar importante en la formación educativa de los educandos, por ello se tiene con ellos una comunicación constante. Durante el periodo escolar se comparte muy de cerca con las madres y los padres de familia los procedimientos de las niñas y los niños y las experiencias que tienen de acuerdo a las necesidades que se van presentando, ya que los pequeños plasman sus vivencias en lienzos y son libres de compartir sus historias y sus significados.

Cuando los educandos ya tienen el proyecto concluido, y está la disposición, la seguridad y el interés de compartirlo, lo hacen con sus compañeros a manera de círculos de lectura de grupo. También, dan su mensaje de vida y lo comunican a las madres y los padres en alguna exposición o café literario; de esta forma, estudiantes y tutores de familia empatizan al conocer y respetar los sentimientos de los demás. Paulatinamente, aprenden a regular las emociones; por consiguiente, se propicia la sana convivencia escolar y el trabajo en conjunto para, posteriormente, compartir las experiencias en espacios culturales.

Bien lo ha dicho Nelson Mandela, al expresar que: La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar al mundo.