A lo largo de mis años como docente, he sido testigo de la influencia que la infraestructura escolar ejerce en el proceso educativo. La escuela, como núcleo del aprendizaje, va más allá de las aulas; su infraestructura representa un factor esencial que incide directamente en la calidad de la enseñanza y el desarrollo integral de los estudiantes.

Desde el año 2004, soy directora de la escuela primaria Fray Matías Antonio de Córdova y Ordóñez, ubicada en el centro de la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Aquí contamos con los servicios básicos de infraestructura como agua, electricidad, drenaje, entre otros, que son fundamentales para un ambiente seguro y saludable.

La escuela funciona a través de Comités de Participación Social, integrados por docentes y padres de familia. En el Comité de Infraestructura Escolar, sus integrantes han identificado que la infraestructura va más allá de lo básico, que se requiere la creación de espacios que nutran el desarrollo cultural y recreativo de las y los estudiantes: Aulas de medios, bibliotecas bien equipadas áreas deportivas y jardineras no solo enriquecen la experiencia educativa, sino que también fomentan habilidades recreativas y sociales, moldeando la identidad de los estudiantes; es por ello que hemos emprendido acciones de mejora del centro escolar.

Uno de los retos que tenemos actualmente en nuestra escuela es contar con aulas equipadas con tecnología de punta y acceso a internet; en dichas aulas, nuestros estudiantes se podrán preparar para el mundo digital y podrán aprender con métodos pedagógicos innovadores. La integración de la tecnología no solo mejora la calidad de la enseñanza, sino que también forma a los estudiantes para enfrentar los desafíos de una sociedad cada vez más conectada. La infraestructura escolar, desde mi perspectiva, se convierte en una herramienta estratégica para abordar los retos presentes y futuros.  

En resumen, la infraestructura escolar ha sido un factor importante en mi experiencia como docente, al igual que la colaboración de los padres y madres de familia. Al satisfacer las necesidades básicas y proporcionar espacios para el desarrollo cultural, recreativo y tecnológico se contribuye significativamente a la mejora del proceso de enseñanza y aprendizaje. Es crucial que todos los involucrados en la educación reconozcamos la importancia de invertir en una infraestructura escolar sólida y adaptable. Solo así podremos construir escuelas que no solo formen académicamente, sino que también inspiren, cultiven la creatividad y preparen a los estudiantes para enfrentar un futuro globalizado y tecnológico.