Una experiencia transformadora

Todo comenzó el 31 de julio de 2023, durante la premiación del Premio AEI 2023 con el que fui galardonado. Fue ahí donde nos dieron la noticia de que el premio venía acompañado de un trayecto formativo presencial en Mérida, Yucatán.

Iniciamos el proceso en febrero de 2024 con 10 sesiones a distancia con el acompañamiento de la organización la Vaca Independiente, donde conocimos más de cerca la visión y el propósito de Mexicanos Primero, que es defender el derecho de aprender de niños, niñas y jóvenes. Aprendimos también a identificar fortalezas desde el marco Ser y Saber Hacer, lo cual nos conectó con la convicción de estar en el aula.

Una vez en Mérida, Yucatán, conocimos nuestro Nahil Xook, nuestra casa de aprendizaje o espacio de aprendizaje, un lugar lleno de cultura maya, donde la naturaleza, la energía y la empatía del personal a cargo creó la magia de conectar los saberes de una manera enriquecedora. Cada acción, cada palabra y cada actividad se conectaban de manera espiritual conmigo, ya que evocaban escenas de mi vida desde la infancia.

En un primer acercamiento con la experiencia aprendí a reconocerme como un ser humano valioso que aporta mucho a los demás, principalmente a mis alumnos. También aprendí a sentir amor propio y a ser una prioridad para poder estar bien emocionalmente y apoyar a mis estudiantes de una manera efectiva. 

Aprendí que, al trabajar en mi práctica educativa, es crucial identificar áreas de oportunidad. Encontrar el equilibrio y el bienestar nos permitirá estar atentos a la mejora de los alumnos, enfocando nuestra energía en ello de manera eficaz partiendo de cómo nos construimos como personas.

La magia del lugar llamado Itzincab nos llevó a recordar la importancia del juego y cómo éste es fundamental en la construcción de aprendizajes dentro del aula. Durante este abordaje, recordé lo feliz que era jugando y me remonté a una parte esencial de mi vida, mi infancia. Sonreí, lloré por un momento y di significado a este proceso que desarrolla habilidades emocionales, cognitivas y significativas para la vida.

Aterrizamos estas experiencias en la elaboración de un alebrije, donde plasmamos la creatividad, la esencia y la magia de la imaginación, conectando con una parte esencial muy personal que equilibra y da sustento a nuestra vida.

El reconocimiento a nuestra labor llegó cuando nos invitaron al curso de verano de Baktún, donde pusimos en práctica nuestras habilidades como docentes con niños de 4 a 14 años de la comunidad de Tekit de Regil.

Implementamos un rally educativo e interactuamos con niños, niñas y jóvenes y su contexto comunitario. Fue una experiencia enriquecedora y de aprendizaje significativo.
Finalmente, agradecimos la conexión con el contexto cultural de este pueblo maya. La visita a la zona arqueológica de Chichen Itzá nos permitió sumergirnos en su riqueza cultural. Además, disfrutamos de un cenote y de muchos espacios verdes, llenos de energía, que sin duda transformaron nuestra visión personal y espiritual.

Vivir esta experiencia con maestros galardonados con el Premio ABC y AEI fue un aprendizaje constante, ya que cada docente aportaba sus conocimientos y prácticas exitosas, y algunos también compartieron sus situaciones personales. Atesoro estas vivencias porque logramos una conexión de amistad y un vínculo afectivo.

Con estas experiencias vividas, establecimos la intención de crear redes para mantener una comunicación y un crecimiento constantes. Cada uno de los docentes que compartimos este trayecto formativo estamos unidos por la convicción de la docencia y el compromiso de seguir creando proyectos y acciones de impacto social en la educación.

P.D. Gracias al Instituto DIA, Baktún, La Vaca Independiente y a la red de Mexicanos Primero por este trayecto formativo, que sin duda recordaré toda mi vida; una aportación próspera y significativa.